28 de noviembre de 2013

7 Pecados capitales



Así como Santo Tomás de Aquino propuso las siete génesis de los atentados contra dios, la publicidad puede caer en la tentación y hacer lo propio contra sus propios objetivos.

1- Pereza

“La publicidad debe estar 15 minutos adelantada a su tiempo, no menos, no más”

Hay ciertas actividades previas a pensar sobre el producto que debe ser consideradas, incluso por los veteranos de mil campañas, ya que las tendencias fluctúan y el momento del lanzamiento debe estar acorde.
Realizar estudios de mercado, hablar con los vendedores, con la gente a la que va dirigido el producto para saber qué piensa, tener insights para prevenir posibles desaciertos o planear nuevos movimientos.
Con esos datos hay que pasar a un segundo paso, generar de ellos una información, una hipótesis, que será importante al momento de plantear una estrategia a corto, mediano y largo plazo.

2- Ira

El eterno conflicto cliente y agencia, cómo se ven entre sí: uno, que su producto es perfecto, bello e infalible –lo cual es esencial para obtener éxito comercial-, enfrente, personas que tienen otra mirada y pueden caer en la tentación de menospreciar el conocimiento del que es el dueño de la pelota.

3- Lujuria

Los recursos como las celebrities, el sexo y la violencia parecen ser fórmulas imbatibles, pero no siempre es tan así: si detrás de la pieza no hay una idea las posibilidades de éxito disminuyen, ya que el personaje y el sexo van a opacar el producto, y la violencia generará que no se preste atención a la comunicación o por el contrario, que los más cínicos, se rían.

4- Soberbia

Tener ego o no, dónde empieza la confianza en uno mismo y dónde la arrogancia: para cualquier actividad que realicemos es fundamental creer en nosotros, casi tanto como estar abierto a las críticas y a los comentarios que otras personas pudieran hacer.

5- Avaricia

“Dejar de hacer publicidad para ahorrar dinero, es como detener el reloj para ahorrar tiempo”.

Hay productos que ya están establecidos tienen un mercado y la gente los acepta: pero en el instante en que dejen de comunicarse con su público se darán cuenta –tal vez muy tarde- que hay otras 10 empresas reclamando su corona.

6- Gula

Así como una suerte de causa-efecto pavloviano esperamos que la publicidad comience a dar réditos inmediatamente: no siempre es así. Hay quienes privilegian que su comercial aparezca 10 veces en la trasnoche sin parar, en vez de una vez en prime time, otros empapelan edificios y avenidas, cuando su público en realidad viaja en subte.

7- Venganza

Contraponer la propia sabiduría sobre el error ajeno es como un néctar irresistible, y para un público que no elige ver publicidad, no hay nada más gratificante que encontrar que falta una tilde, que se haya escapado un punto o descubrir una “C” disfrazada de “S”.
Si la gente decide, por más que imploremos por perdón, no lo va a olvidar, y nuestro producto con orejas de burro en el rincón.



20 de noviembre de 2013

Entre amores y Hashtags



Ya está claro el poder de la gente para construir o destruir una marca: con las redes sociales como estandarte, un grupo de personas tiene la influencia que un director creativo, un gerente o un creativo.
Hay que entender también que existen los errores, siempre algo puede pasar, inconmensurables o desaciertos, es parte del juego, de la vida, pero no escucharlos sí es una falta grave que no puede suceder.
La estadía en Twitter pasa entre hashtags, twitstars, trending topics y anuncios patrocinados, pero también es un punto en donde se encuentran decenas de personas bajo el paraguas de un interés en común: y cuando el tema de conversación es una marca puede ser –justamente- constructivo o letal.
El hashtag #OdioLaPublicidad reúne más de 2 mil entradas en las que el público se queja, de las molestias que provoca: las interrupciones, la frecuencia de repetición de las mismas.
Sobre este tópico podemos entender un total potencial de 1.7 millones de receptores, a un promedio de 860 seguidores por usuario.
Muchos de estas quejas y comentarios “no positivos” no reciben respuesta por parte de las marcas, si bien podría tratarse de los llamados “trolls” (personas con mucho tiempo libre que se dedican a desvirtuar cualquier escenario), cada llamado de atención de un potencial cliente debe ser atendido. Porque además el boca a boca -en este caso el tweet a tweet- sigue siendo la forma de influencia más efectiva y con mayor posibilidad de viralizarse, por ejemplo: un “amigo” tiene un inconveniente con el chocolate X, mediante la red de microblogging denuncia esta molestia que es recibida por sus 100 seguidores (número promedio general), entre ellos sus más afines, que bien pueden o no, vivir situaciones similares, difícilmente salgan en defensa de una empresa por sobre la de un conocido.
Otro problema puede ser el de que el soporte mediante el cual el público hace su descargo no sea el idóneo para ello: varios fanpages en Facebook son receptores –no pre establecidos- para los problemas que van surgiendo, por ejemplo, de tele comunicaciones, en donde conviven las propuestas “buena onda” con el mal humor provocado por una deficiencia o contratiempo con el servicio.
Pero no todo es malo, de la misma manera que el comentario sobre el chocolate X pudo haber hecho daño a la imagen de marca, si esa duda, ese inconveniente es encarado, trabajado y resuelto por la empresa no sólo será el iniciador de la consulta el que no pierda fidelidad sino que a través de la misma red –como si fuera un derecho réplica- sus seguidores también se notificarán del accionar de la firma.
Si bien las frases hechas tienden a limitar el pensamiento: un “arma de doble filo” parece ser acertada para este caso, una extensa red disponible y dispuesta a recibir los mensajes de sus marcas favoritas, pero con una capacidad de herirla con sólo 140 caracteres.
Pero si aprendemos a manejarla, con personal especializado y paciente, con la predisposición de aceptar las críticas, pero por sobre todo de hallar soluciones, la fidelidad del público crecerá, y de ello, se enterarán sus 100 seguidores de promedio.


PD: “Amo la Publicidad” cuenta con 1201 tweets distribuidos entre 1193 usuarios con un promedio.

Fuente:
http://www.tweetbinder.com

12 de noviembre de 2013

¿En quién cree la gente?

Top 5 de los medios que en los últimos 5 años más aceptación han recibido.

Nº1 Los mensajes de texto y los enviados a smarthphones: lograron un 19% más de aceptación en el público. No se sorprendan si al final de este mensaje reciben una notificación sobre un nuevo automóvil o un premio sorprendente.

Nº2 Anuncios previos a las películas en el cine: pasaron de un 38 a un notable 56%. Los mismos comerciales de la tv vistas en la “silver screen” parecen ser percibidos de otra manera: tal vez el anuncio de las películas por venir crean una expectativa positiva en la gente.

Nº3 Banners Web, avanzaron un 16%. Son parte de la flora y la fauna virtual: bloquearlos es perderse parte del “concepto” de algunas webs.

Nº4 Resultados a través de los buscadores: Sólo han crecido un 14% a su favor en la mente de la gente. Parece poco.

Nº5 Patrocinios de marca: las maratones, los festivales musicales y todo eso que hace que la gente pase tiempo con la marca han crecido un 12% y no parece que vayan a detenerse.

Bonus Track: Las recomendaciones de conocidos sólo han crecido un 6%. Los avisos en los diarios, por su parte, han perdido un 2% de credibilidad.

8 de noviembre de 2013

TOP 5 ¿En qué sitios pasan más tiempo los argentinos?


Nº5 Windows Live.com: los argentos aportan un 2,8% del tráfico mensual del sitio. Ellos llegan hasta aquí a través de Hotmail y Outlook. El tiempo promedio de permanencia es de 9 minutos y 30 segundos.

Nº4 YouTube: sus navegantes pasan unos 17´52´´ promedio viendo contenidos. Está catalogado como un “sitio veloz”, ya que un 69% de los portales tienen menor capacidad de carga.

Nº3 Google.com: El buscador y el servicio de traductor los mapas son los puentes hasta el buscador. De aquí la gente se dirige a Facebook 4,4%, YouTube, Yahoo, Wikipedia y Twitter. Su promedio temporal es de 18:28.

 Nº2 Facebook: un promedio de 29`56`` de permanencia en el sitio es un número muy llamativo. Además la red de Zuckerberg es también el segundo portal más visitado del mundo. Post Data. El portal está considerado Very Slow (3.223 segundos de LAG), y el 81% de los sitios son más veloces.

Nº1 Google.com.ar: 9`34`` promedio en el buscador lo ubican como el sitio Top del país, llamativamente un 4,3% del tráfico proviene de México. Paradójicamente, sólo 13.462 links te llevan a este sitio.


Bonus Track: Mercadolibre.com.ar, 465º en el ranking mundial, el sitio de compra-venta consigue mensualmente visitas de 10`09``. España y México aportan un 6,7% total de tránsito.

4 de noviembre de 2013

Have you ever notice…

Como hijo de la televisión americana de los ´90 una de las influencias más grandes que tengo es la serie “Seinfeld” creada por su protagonista, Jerry y el neurótico Larry David. En uno de sus shows de stand up Jerome Seinfeld dice algo como: “el hombre inventa y hace actividades en las cuales se puede romper la cabeza, no conforme con esto, en vez de abandonarlas, inventó un casco para proteger ese cerebro y continuar llevando a cabo esas acciones peculiares.” y cierra preguntando al público: “¿vale la pena salvar esa cabeza que hace todo lo posible por romperse?”. Cada vez existen más bloqueadores de publicidad: AdBlock Plus, IE7 Pro, Simple Adblock, Chrome AdBlock, Safari Cleaner y su app para Facebook, y podríamos seguir. Los invito a poner en el navegador frases alusivas al gusto de la publicidad, y se darán cuenta, o comprobarán, mejor dicho, que hay cierta parte de la publicidad que invade, que la gente no quiere ver. Cada tanto en las redes me encuentro con algún contacto renegando contra algún tipo de aviso intrusivo –los de YouTube a la cabeza- que no permiten escuchar dos temas seguidos sin un anuncio que, los que aún no lo tienen bloqueado, esperan ansiosos que la cuenta regresiva los habilite a apretar la “X” –muchas veces más difícil de encontrar que a Wally-. En Facebook los anuncios pagos llegan a invadir los timelines, y su capacidad de segmentación es sorprendente, y si uno es target de un producto, le va a llegar una y otra vez. Otra faceta que produce molestia es la de la poca o nula privacidad: si hoy buscamos “lancha a motor” en Google, en un par de horas estaremos recibiendo ofertas maravillosas de vehículos acuáticos a muy buenos precios. Por otro lado están las piezas que la gente elige ver, porque los entretiene, porque les es interesante, porque los ayuda o porque cuenta con recursos artísticos –no necesariamente caros- que vale la pena tener en cuenta. Tal vez esta alternativa pueda parecer más cara, como que necesita mayor producción y mentes más ágiles y aguda para dar con ese tema que el público sí quiere ver. Por otro lado podemos preguntar ¿Cuál es el DAÑO que le está haciendo ese anuncio no deseado a la marca? esa persona que recibe un anuncio que no sólo no quiere ver sino que perturba la navegación, a la hora de ir a adquirir un producto, ¿qué marca va a elegir? qué posicionamiento nos da ser la empresa que no deja ver dos videos seguidos. No va a ser sorpresa que esta persona termine eligiendo a la competencia. La publicidad impuso una serie de soportes para comunicar y ante la negativa del público no tuvo mejor idea que apostar más fuerte, de hacer uso del dinero para aumentar la frecuencia sin límites. Se puso un casco y va como el hombre bala del circo hacia la gente que al verlo venir comienza a rezar para que la cuenta regresiva sea veloz y porque la “X” lo salven lo antes posible. En síntesis, citando la duda que planteó Jerry Seinfeld respecto a los que hacen lo posible por herirse: ¿vale la pena salvar a esa publicidad que se esmera por romper el vínculo con la gente?.